Vecinos de Mondariz denuncian que una familia malvive en una casa sin baño, camas o agua corriente, con una sola bombilla y llena de goteras y desperfectos
De cuando en la cocina se preparaba la comida en el fuego, la vida terminaba donde acababan los rayos del sol y el agua solo existía allá donde la tierra la dejaba manar. De esa época de los bisabuelos y las historias crudas aún quedan retazos en la Galicia del siglo XXI que bien podrían parecer pesadillas escapadas de una noche muy oscura. Tan negra como la situación de los que sufren bajo esas circunstancias, como la familia de Amelia Paz y Mari Carmen Seoane. Madre e hija viven en Mondariz, en la parroquia de Toutón, aunque más preciso sería decir que malviven.
Su extrema situación, que ha provocado la alarma entre los vecinos, destroza el alma a cualquiera. Por su vivienda no ha pasado el nuevo siglo. Ni el anterior. Solo una bombilla en una de las habitaciones da cuenta del invento de la electricidad. Las dos mujeres tienen una antigua lareira como zona de cocina y en la habitación no existen camas. Hasta donde se conoce, duermen con mantas sobre el suelo.
Entre las carencias básicas se encuentra el agua corriente. Un grifo en el exterior de la casa es el único testigo del servicio de abastecimiento, porque la vivienda ni siquiera cuenta con un cuarto de baño. Pero no solo la falta de agua es un problema. En ocasiones también su abundancia, puesto que el mal estado del tejado provoca que las goteras sean una constante cuando el tiempo se oscurece en la zona, situada en el interior de la provincia de Pontevedra. A ello se une el viento que se cuela por entre las tejas y los cristales rotos de las ventanas de la instalación.
Los vecinos aseguran que conocen la situación de estas personas desde hace tiempo pero que el familiar supuestamente responsable de las dos mujeres no permite que se les preste ningún tipo de ayuda. «Algunas personas se han acercado a llevarles comida o intentar ayudarlas pero siempre hay problemas. Además, ellas son muy huidizas, parecen siempre asustadas y escapan de la gente cuando la ven», apunta una de las vecinas.
Petición de ayuda
«Están afeitas a estar todo o día nas leiras e non queren saber de ninguén», apunta otra mujer que comparte parroquia con ellas. Algunos de los que conocen la historia aseguran que es necesario que alguien intervenga cuanto antes. «La policía, Vicepresidencia, el Ayuntamiento o quien sea; lo que no puede ser que esas dos personas tengan que estar en condiciones infrahumanas por el simple hecho de que la familia no quiera que nadie intervenga. Ellas tienen unos derechos igual que cualquier otra persona y nadie se los puede arrebatar», apuntan desde Mondariz, donde conocen a ambas mujeres, de 78 y 40 años, respectivamente, desde siempre.
Según parece, el único medio económico que tienen para sobrevivir es la pensión de viudedad que recibe la madre, pues la hija, que supuestamente padece algún problema psíquico, no tiene ayuda alguna. «Es necesario que se haga algo porque viven peor que los perros», recuerdan desde Mondariz, un municipio a tan solo media hora de distancia de la ciudad de Vigo. |
